viernes, 24 de octubre de 2008
El poder de la mente es excelente y a veces imborrable, nos quiere jugar una mala pasada, nos obliga a saber cosas de nuestro pasado que quizás ya sea tarde para recordarlas, nos manipula con imágenes recurrentes como una película día a día, hasta que en un momento, esa filmación llegue a su fin y nos deje el camino libre para algo nuevo...
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